La salsa Mornay, al igual que la salsa soubise, es una variante refinada de la salsa bechamel. Esta salsa, rica y cremosa, se distingue por su versatilidad y su capacidad para realzar una amplia gama de platos.
Se cree que la salsa Mornay debe su nombre al duque Philippe de Mornay, gobernador de Saumur, una figura histórica a quien también se le atribuyen invenciones culinarias como la salsa Chasseur, la salsa Oporto, la salsa Lyonnaise, y posiblemente, la bechamel. Sin embargo, debido a la falta de documentación concreta, estas afirmaciones permanecen en el terreno de la especulación.
El uso de la salsa Mornay se extiende a una variedad de platos. Es excepcionalmente buena para aderezar pescados y carnes blancas, así como para enriquecer verduras y huevos escalfados. Además, su sabor suave pero distintivo la hace perfecta para acompañar pasta y es un ingrediente ideal para preparaciones gratinadas.
Por lo tanto, la salsa Mornay no es solo una variante de la bechamel, sino una salsa multifacética que puede transformar y elevar cualquier plato, desde los más sencillos hasta los más elaborados, con su textura suave y su sabor delicado.
Ingredientes para hacer Salsa Mornay:
- 2 yemas de huevo
- 4 cucharadas de nata líquida
- 50 gr. de queso parmesano o de queso gruyere
- sal
- pimienta
- nuez moscada
Modo de elaboración de la Salsa Mornay
El primer paso para la elaboración de esta exquisita salsa es preparar una base de salsa bechamel. Para ello, se debe sazonar la bechamel con ingredientes clave: sal, pimienta y una pizca de nuez moscada para realzar su sabor.
Una vez que la bechamel está lista y bien sazonada, el siguiente paso es incorporar nata. A esta nata, previamente, se le habrá añadido una yema de huevo batida, lo que aportará a la salsa una textura más rica y cremosa. Es fundamental hacer esta mezcla con cuidado para evitar que la yema se cuaje.
El toque final y distintivo de la salsa Mornay es añadir queso rallado muy fino. La elección del queso puede variar según el gusto personal, pero comúnmente se utiliza queso gruyere o parmesano. Es crucial mezclar todo bien para asegurar que el queso se funda completamente, creando así una textura suave y homogénea.
Antes de finalizar, es importante probar la salsa y ajustar la sazón con más sal y pimienta si fuera necesario. La clave de una buena salsa Mornay reside en encontrar el equilibrio perfecto de sabores.
Es importante destacar que la habilidad para preparar una buena salsa bechamel es esencial, ya que esta es la base no solo de la salsa Mornay, sino de muchas otras salsas en la cocina clásica.
Para aquellos que deseen una guía visual, adjunto un vídeo tutorial donde se pueden observar detalladamente los pasos a seguir. Este recurso es especialmente útil para quienes se inician en la cocina o desean perfeccionar su técnica en la elaboración de esta salsa clásica.
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